El anuncio de la firma de Elon Musk dispara el precio de la moneda hasta máximos históricos, por encima de 44.000 dólares.

La compañía automovilística estadounidense Tesla ha anunciado este lunes que ha invertido 1.500 millones de dólares en la compra de bitcoins. La firma dirigida por Elon Musk, el hombre más rico del mundo, hace así acopio de un activo muy controvertido, que lleva años generando encendidos debates sobre su valor real. Además, Tesla planea permitir que los clientes compren sus vehículos desembolsando bitcoins “en un futuro cercano”, según el texto remitido a la SEC, el regulador estadounidense.

La noticia ha tenido su réplica inmediata en el mercado. El precio del bitcoin emprendió una subida vertical que lo ha llevado a alcanzar máximos históricos por encima de los 44.000 dólares, tras dispararse más de un 14%.

Tesla ha informado de que el mes pasado decidió actualizar su política de inversión para diversificar más y maximizar los retornos del efectivo que no necesita para su actividad a corto plazo. Dentro de esa estrategia, barajan invertir en lingotes de oro, criptomonedas “y otros activos de reserva alternativos”.

Elon Musk, con una fortuna estimada en 182.900 millones de dólares según Forbes, tan elevada como su capacidad de alterar los mercados desde el sofá, ya dio pistas de su idilio con el bitcoin hace 10 días, cuando sustituyó el mensaje de su biografía en la red social Twitter por la palabra bitcoin, lo que provocó una subida inmediata de su precio. Sus mensajes de apoyo en Twitter a otra pequeña criptomoneda, Dogecoin, también provocó que su valor aumentara con fuerza.

Ahora, sin embargo, ha pasado de las palabras a los hechos. El anuncio del fabricante de coches eléctricos contribuye a consolidar al bitcoin como valor refugio, una consideración que ha ido ganando terreno en los últimos meses gracias a la entrada de inversores institucionales y la disposición de plataformas de pago como PayPal a aceptar su uso. Ese creciente prestigio no gusta a los reguladores: el Banco Central Europeo pidió el mes pasado una regulación global del bitcoin por tratarse de un activo “altamente especulativo”.

La firma de Elon Musk no desconoce los riesgos. En el comunicado remitido a la SEC acompaña su anuncio de una larga advertencia de que su decisión es arriesgada. Recuerda que los precios de las criptomonedas son muy volátiles, que su irrupción es reciente, y que “su adopción a largo plazo por parte de inversores, consumidores y empresas es impredecible”. Además, explican que el hecho de que no tengan respaldo físico y dependan de la tecnología, expone al bitcoin a ciberataques y a la obsolescencia tecnológica, y que también puede verse afectado por futuras regulaciones. “Si tenemos activos digitales y su valor disminuye respecto a nuestros precios de compra, nuestra situación financiera puede verse perjudicada”, admiten.

Al contrario, si el valor del bitcoin sube, la empresa cuyo valor bursátil supera actualmente los 800.000 millones de dólares, podría verse beneficiada por la fiebre inversora hacia la principal criptodivisa, que ha sido inmune a la pandemia y en el último año se ha revalorizado más de un 250%. Los inversores no han recibido mal de momento la nueva apuesta de Elon Musk: las acciones de Tesla suben más de un 2% en el índice Nasdaq en los primeros compases de negociación. Mientras, en Twitter, sus más de 46 millones de seguidores aguardan indicios sobre los próximos pasos de Musk, quien parece tomárselo como un juego y acompaña de memes e imágenes humorísticas sus mensajes sobre decisiones de inversión que mueven miles de millones de dólares.