Aníbal Carmona, presidente de la cámara, apuntó que pese a la recesión y a las altas tasas de interés, la industria siguió mostrando su «gran potencial» y «el compromiso» de los empresarios en seguir «invirtiendo en la generación de empleo de calidad, el cual se ha sostenido en la industria en los últimos 15 años».

Para este año las expectativas son que – de existir talento capacitado suficiente en el país- las empresas aumentarían en promedio su plantel hasta 14,3 por ciento. El incremento de facturación proyectado es de 32,4% en pesos (considerando un aumento promedio de precios del 24,1%) y para las exportaciones, se espera un alza de 16,4% en dólares.

Carmona planteó que, en este contexto, es importante debatir y promulgar «urgente» la ley de la Economía del Conocimiento, que sea «superadora» de la actual de Software que vence a fin de año. Es la manera de «disipar todas las dudas que surgen en la continuidad de promoción del sector».

Para el ejecutivo, a sanción de esta ley generará «la Vaca Muerta de la gente porque, como está demostrado, la economía del conocimiento en general y la industria del software en particular son, por su potencial, más resistentes a las crisis y generan los trabajos del futuro hoy, federalizándolos con perspectiva de género e inclusión y produciendo las divisas» que requiere la Argentina.

Los ingresos por exportaciones de servicios informáticos, de acuerdo a Indec, fueron de US$1.701 millones en 2018, que producto de la devaluación y contracción del mercado interno representa ahora el 51,8% del total de entrada en dólares de la industria.

En Córdoba, el Monitor TIC, elaborado elaborado para el clúster tecnológico (es el más grande del país, con 300 empresas) por la consultora Economic Trends muestra que en 2018 la industria facturó en la provincia $15.315 millones, 29,1% más en términos reales que en 2017 y 4,5% más en dólares.

Diego Casali, titular del clúster, indicó que el sector se «salvó de la recesión; crece la demanda interna y las exportaciones» y apuntó que incluso áreas con caídas de facturación -como la industria de la alimentación y la metalmecánica- siguen invirtiendo en tecnología.

La devaluación favoreció las exportaciones, que crecieron 40% interanual entre 2017 y 2018 y representan 18,2% de las operaciones totales. La industria del software paga retenciones pero Casali admitió que no la golpeó tan fuerte por la mejora del tipo de cambio y porque empiezan a tributar a partir de ventas de US$600.000.

En Córdoba el sector emplea a 13.000 personas y hace dos años que su tasa de crecimiento es del 20% anual; aunque aumentan los niveles de inscripción en las carreras informáticas, Casali señaló que todavía falta mano de obra.