Mucha gente está dispuesta a negociar con su privacidad si cree que los beneficios de una app superan sus riesgos. La mayoría de nosotros seguimos utilizando aplicaciones que rastrean la ubicación por comodidad y seguridad.

Las funciones de ubicación pueden priorizar los resultados por su cercanía, lo que simplifica la toma de decisiones. Por ejemplo, ¿preferimos un hotel de 5 estrellas lejos de nuestro destino a uno de 3 estrellas a media pensión y cerca de todas las atracciones? Realizar un patrón de nuestras tiendas favoritas también tiene sus recompensas. ¿Por qué acudir a tres tiendas diferentes si puede ser recompensado con créditos, cupones o regalos de la tienda que visitamos frecuentemente? Las aplicaciones que registran la ubicación también ofrecen a los padres la tranquilidad de conocer en todo momento la ubicación exacta de los miembros de la familia.

Cada conjunto de datos tiene un componente de geolocalización, que puede ser utilizado por los especialistas en marketing para crear y enviar anuncios personalizados y experiencias móviles. Si  aceptamos recibir cupones, los anunciantes pueden enviarnos mensajes con promociones por SMS o por medio de apps cuando entremos en un área (un perímetro virtual predeterminado, como la entrada a Starbucks, que desencadena una alerta o notificación).

Si un negocio quiere abrir una nueva tienda, podría usar los patrones de tráfico peatonal de los usuarios de la aplicación y hacer una referencia cruzada con la información comprada a una empresa de comercialización de datos.

Desafortunadamente, al igual que sucede con cualquier otro dato sensible, los servicios de datos de ubicación pueden ser mal utilizados por terceros. Los defensores de la privacidad y los cuerpos legislativos presionan no solo por un mejor almacenamiento de los datos de ubicación, sino también para limitar la cantidad de datos guardados en los smartphones, la frecuencia con que estos rastrean la ubicación y por el cifrado de esta información.

Aunque no es posible en la actualidad deshabilitar el rastreo de ubicación de un smartphone, hay formas de limitarlo.

Cómo evitar que tu teléfono ofrezca datos de ubicación:

Desactiva los servicios de ubicación: Esto se puede hacer por completo o solo para aplicaciones determinadas. La mayoría de aplicaciones no necesitan conocer la ubicación para funcionar. Para deshabilitar los servicios de ubicación en Android, se debe ir a Configuración y luego a Ubicación y desactivar la Ubicación. En iOS se debe ir a Configuración, Servicios de ubicación y deshabilitar Servicios de ubicación. Allí, los usuarios también pueden elegir que las aplicaciones nunca usen su ubicación, que solo la utilicen mientras usan la aplicación, o que tengan acceso siempre.

Utiliza una VPN: Una red privada virtual crea un túnel privado entre el teléfono e Internet que cifra el tráfico y la actividad en la red frente a curiosos y hackers.

Preguntar para conectar: Asegurarse de que el teléfono pide permiso para unirse a una red cuando la detecte, algunos teléfonos se conectan de forma automática a conexiones de Wi Fi conocidas. Para cambiar esto se debe ir a Ajustes, Wi-Fi, y activar la opción de Solicitar unirse a redes.

Desinstalar apps: Es recomendable desinstalar apps que ya no son utilizadas. Los desarrolladores actualizan continuamente sus apps para corregir posibles fallas de seguridad, y es poco probable que los usuarios que no usan una aplicación durante meses instalen las actualizaciones necesarias.