El más mínimo aliento puede acabar dejando fuera su objetivo, por lo que los arqueros deben combatir la presión y los nervios para calmar su ritmo cardíaco y fijar su posición.

Por primera vez, esos cambios en el ritmo del corazón se podrán ver en directo en unos Juegos Olímpicos gracias a controles biométricos.

Es una de las tecnologías que los organizadores de Tokyo 2020 han adoptado para acercar aún más al público todos los detalles de la competición y mejorar su experiencia, una tarea ahora más urgente si cabe dada la falta de espectadores en las gradas por la pandemia.

“En los Juegos Olímpicos, siempre tratamos de estar a la vanguardia de la tecnología que nos permita contar mejor la historia de los mejores atletas del mundo», explica Yannis Exarchos, director ejecutivo de Olympic Broadcasting Services (OBS), el organismo del Comité Olímpico Internacional encargado de producir y facilitar la imagen de las competiciones a las cadenas compradoras de los derechos de transmisión, como la BBC.

«Siempre intentamos realizar una mejora de unos Juegos a otros, pero creo que en Tokio estamos dando un enorme paso adelante», asegura Exarchos, uno de los mayores expertos en olimpismo del mundo, en conversación con BBC Mundo.

Siguiendo con el ejemplo del tiro con arco, OBS se basará en tecnología de detección vital sin contacto para proveer un seguimiento de la frecuencia cardíaca en directo.

Para ello, se colocarán cuatro cámaras a aproximadamente 12 metros de los atletas, enfocando sus rostros y analizando los pequeños cambios de color de su piel generados por la contracción de los vasos sanguíneos, explican desde OBS.

«La audiencia será capaz de ser testigo de las variaciones en los latidos del corazón y la carga de adrenalina experimentada» por el arquero a través de los gráficos que se mostrarán en la pantalla.

Exarchos considera que este primer paso abre la puerta a «otra nueva dimensión en la narrativa del deporte», si bien señala que tiene sus desafíos, especialmente en el ámbito legal, por la protección de datos personales de los atletas involucrados, que deben dar su aprobación al uso de estas tecnologías.